Franco Peppino: constancia, dedicación y apoyo familiar

La noche del miércoles tuvo una nueva entrega del ciclo de charlas virtuales propuesto por la Liga Regional de Fútbol de Canals y en esta oportunidad el protagonista fue Franco Peppino, de infancia en Benjamín Gould y actual futbolista de Los Andes de Lomas de Zamora, Buenos Aires.

La reunión comenzó pasadas las 20.00 horas y se desarrolló como es habitual a través de la plataforma Zoom, donde el defensor habló en principio de su infancia en nuestra región y algunos recuerdos que vinieron a su cabeza.

«Viví una infancia espectacular en Benjamín Gould y tengo los mejores recuerdos, ahí fueron mis primeros acercamientos con la pelota porque estábamos todo el día jugando con amigos», comentó Peppino.

Que durante sus primeros años, desempeñándose en torneos relámpagos, pasó por varios clubes de la Liga como Los andes y Sarmiento de Alejo Ledesma, Libertad de Canals, Canalense y Belgrano de Arias.

«Los clubes iban a buscarme a Gould o le pedían a mi viejo que me lleve e iba jugando en diferentes lados, así que mis primeras formaciones fueron en la Liga canalense», remarcó el futbolista.

Que recuerda a «muchos compañeros, como los Zárate por ejemplo, destacando a ‘Came’ que tenía unas condiciones espectaculares y era el mejor de la categoría, lo querían todos los equipos».

La importancia y dificultades del fútbol formativo

Franco Peppino realizó las inferiores en Racing de Córdoba para luego pasar a Belgrano, donde terminó de transitar aquellas divisiones formativas, jugar en cuarta y dar el salto a reserva y primera de manera muy rápida.

“Fue muy corto el tiempo que estuve en inferiores de Belgrano pero aprendí mucho, había mucha competencia y eso me hizo crecer como jugador. Además los profes se interesaban mucho por la persona, que los chicos estudiasen aparte de jugar al fútbol y creo que eso ayudó a que varios llegaran a primera”, destacó el defensor.

Repasando su camino hasta la primera división y algunos de los aspectos más importantes para poder lograrlo aseguró que deben darse muchas cuestiones. “Es estar en el momento justo, en el lugar justo, para que un técnico te vea y se fije en vos. Pero también es la constancia del trabajo, la dedicación y el tener una familia o alguien en quien apoyarte”, dijo el ex Belgrano.

Además agregó que “tiene que ver mucho con el carácter, con la cabeza dura que tenés que ir forjando a lo largo del recorrido”, y que “a veces uno puede llegar o tener algunos partidos en primera pero después es muy difícil mantenerse y lograr una carrera tan extensa”.

En cuanto al trabajo de divisiones formativas en nuestro país, comenta que se ve un panorama muy amplio y diverso. “Hoy en día hay muchos clubes que trabajan bien y destinan muchos recursos para poder armar ciertas estructuras, hay otros que tienen las estructuras pero no le dan tanta importancia, y hay clubes humildes que tienen que arreglárselas con lo que tienen y se les hace muy difícil”, explicó el ex Racing.

Quien añadió que “hoy hay quienes hacen jugar a los chicos más para ganar que para aprender, y las infantiles deben jugar para aprender”, aseverando que “los más grandes tenemos que entender eso porque a la larga el embudo los va a terminar dejando afuera, ya que una vez que llegás a cuarta o primera división no tenés tiempo para aprender”.

Diferentes realidades

En su extensa carrera, tras debutar en Belgrano de Córdoba tuvo la posibilidad de jugar en Veracruz (México), Racing, Arsenal de Sarandí, Rosario Central, Barcelona (Ecuador), Gimnasia de Jujuy y Sarmiento de Junín, y repasa algunas realidades diferentes que le tocó transitar.

“En Rosario el fútbol se vive de manera muy pasional, eso estaba bueno porque la cancha explotaba siempre de gente y se sentía el apoyo, pero a veces la cosa se ponía difícil en la ciudad cuando los resultados no se daban”, sostuvo Peppino.

Pero algo totalmente diferente vivió en Arsenal de Sarandí. “Es un club totalmente opuesto, es como una familia, un club chico que manejan pocas personas y ha tenido la suerte de contar con Grondona, además de hacer las cosas muy bien durante mucho tiempo”, opinó el futbolista.

En cuanto al fútbol mexicano aclaró que “la presión existe, porque en el fútbol profesional te presiona la institución misma que te contrata, pero se vive distinto, la presión de la gente no es tanta y tienen otra cultura, no es que perdés un partido y sos el peor”.

Por último, de su pasar por Ecuador destacó que “es un fútbol muy físico, son muy rápidos, potentes y fuertes, y también hay algunos muy buenos técnicamente, pero los argentinos sacan un poco de diferencia allá porque son más tácticos y entienden más el juego”.

Balance y mirada futura

Entre tanto recorrido, a la hora de “elegir” uno de los clubes por los que le tocó pasar, Peppino no dudó. “Yo me identifico con Belgrano porque viví años muy intensos, me terminé de formar ahí e hice muchos amigos, tuve muchas vivencias, pasares difíciles como momentos de gratitud”, indicó el actual futbolista de Los Andes.

Y haciendo un balance de su carrera asegura que es “sumamente positivo, colmé las expectativas”, aunque se lamenta porque “podría haber sido mucho mejor por algunas decisiones que uno ah tomado equivocadas y cuestiones externas que no dejaron progresar”.

Para redondear su idea, cerró diciendo que “no tengo muchas cosas para reprocharme, siempre he entregado todo desde lo humano y desde lo profesional y lo he disfrutado mucho”.

Ya con vistas a su futuro y a un retiro no tan lejano, dejó en claro algunos aspectos. “Siempre estoy buscando cosas para hacer y pensando en proyectos hacia delante, hice el curso de técnico pero creo que para ser técnico no sólo hay que estudiar, sino pararse dentro de un campo de juego y tratar de plasmar una idea con aciertos y errores”, remarcó uno de los baluartes del ascenso de Rosario Central en 2013.

Por último, agregó que si en algún momento dirige le gustaría hacerlo en “divisiones más grandes o directamente los profesionales, ya que para dirigir a los chicos hay que tener mucha paciencia, además de vocación”.